
Durante los años más difíciles en la historia de Italia en la segunda mitad del siglo XX, Armida Miserere (Valeria Golino) es una de las primeras mujeres en convertirse en directora de prisión. Ella y sus métodos rigurosos rigen el destino de la cárcel Opera en Voghera, dell’Ucciardone de Palermo o la isla de Pianosa. En medio de terroristas, mafiosos y delincuentes, Armida se muestra dura y no estaba dispuesta a hacer cualquier concesión, pero su vida privada está marcada por el trágico amor por su pareja Umberto Morman (Filippo Timi), que fue asesinado en una emboscada por la mafia en 1990.


